lunes, 21 de octubre de 2013

¿Qué sabes de los perfumes?

clip_image002 El perfume en su origen estaba basado en el empleo de los aceites esenciales procedentes de muchas plantas. Aunque hoy en día la mayoría de estos aceites son producidos en el laboratorio artificialmente, todavía hay empresas que optan por emplear las flores y las plantas originales para obtener notas olfativas más especiales, algo que también se refleja en su precio.

Quizás la historia de los perfumes comenzó ya en la prehistoria, cuando los humanos encendían ramas de árboles para poder obtener calor. Por casualidad un día encenderían una planta aromática y el olor agradable que desprendía y ascendía hacia el cielo hicieron que fuera considerado como una fuerza sobrenatural. A partir de este momento los aromas que la naturaleza proporciona serían un mundo más a explorar por el hombre y con el que poner en práctica la creatividad. De hecho la palabra perfume viene del latín y significa a través del humo.

A los griegos debemos la idea de emplear sus frascos de cerámica para guardar los perfumes. Se ha visto que diseñaron hasta siete formas de almacenamiento de los mismos, decorados con figuras geométricas, animales mitológicos o incluso escenas conmemorativas.

Tan importante llegó a ser el empleo de los perfumes que en Roma antes de librar una batalla o tras una victoria se humedecían los estandartes, vestidos, armas o animales, así como también los salones y aposentos. Nacían así los ambientadores. Se cree que el primer perfume como tal se creó en 1370 para la Reina Elizabeth de Hungría y fue llamado “Agua de Hungría”.

Si habéis visto la película “El perfume” recordaréis algunos de los métodos de obtención de los aceites esenciales, algunos se muestran en la siguiente imagen. clip_image003

Pero ¿qué hay de la recolección? La hora de recolección de las flores es muy importante, en el caso del jazmín por ejemplo, se ha visto que su recolección debe llevarse a cabo durante el amanecer porque el sol agota su olor haciéndolo menos intenso. Una vez se han recolectado las flores, se macerarán en un disolvente como el metanol o el etanol que ayudarán a disolver las ceras y esencias de las flores, a continuación se llevará a cabo la destilación obteniendo la esencia de la planta. El periodo de elaboración puede variar entre 6 y 18 meses. Las esencias son un tesoro porque para conseguir más o menos un litro de aceite de jazmín se necesitarían hasta 4 toneladas de flores y teniendo en cuenta lo poco que pesan en sí, no me imagino cuantos campos de jazmín necesitamos.

Por lo que a las combinaciones de esencias se refiere, serán los perfumistas, los encargados de llevar a cabo las creaciones más originales. La estructura olfativa se divide en tres partes, las notas de salida, las de centro o corazón y las de fondo. En cada perfume tres o cuatro esencias se mezclan en cada una de estas partes. clip_image004

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Por último destacar que la diferencia en las nomenclaturas hace referencia a la concentración de esencias y por tanto permanencia en la piel de las fragancias.

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Como curiosidad final os dejo el truco de las “burbujas delatadoras”, si agitáis el envase y después de 10 segundos las burbujas han desaparecido, la calidad del perfume que tenéis entre las manos dejará que desear.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Un artículo muy interesante, gracias por publicarlo.