sábado, 5 de noviembre de 2011

Las nueces y el síndrome metabólico

El síndrome metabólico es el resultado de una conjunción de factores de riesgo, como por ejemplo hipertensión, sobrepeso, colesterol, alimentación deficiente, etc. que a la larga pueden dar lugar a un aumento de la predisposición a padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes. Científicos españoles han descubierto que el consumo de nueces puede ayudar a frenar este síndrome.

Los frutos secos, en general, son alimentos muy energéticos, son ricos en grasas proteínas, oligoelementos y sobre todo de vitaminas y ácido grasos omega 3 (sí, esos que previenen el colesterol). Un grupo de científicos ha profundizado un poco más en estos aspectos centrándose en las nueces (Juglans regia L.).

Las nueces recientemente se han propuesto como un alimento funcional y sus efectos son atribuibles a la acción sinérgica de sus constituyentes, que en conjunto, permiten una reducción de la resistencia a insulina (es decir favorecen una bajada de la glucosa en sangre), ayudan a diluir las grasas, la inflamación sistémica y protegen contra la diabetes.

Algunos de los responsables de estos beneficios son las proteínas ricas en aminoácidos esenciales como la arginina y el triptófano, aminas biógenas (como la serotonina.

Se han tratado a varios pacientes con 30 gr diarios de nueces, hombres y mujeres, y se ha detectado un aumento de la serotonina, una disminución de los niveles de azúcar y una disminución de la grasa de la zona abdominal…

Esta última frase seguro que pone a las nueces en el punto de mira de la gente que quiere tener un cuerpo 10, pero no nos engañemos. Lo mejor es llevar una dieta mediterránea, sana e equilibrada, es el mejor aliado para tener un cuerpo serrano, además de que un servidor es alérgico a las nueces así que descarto probar sus beneficios…

Metabolomics Unveils Urinary Changes in Subjects with Metabolic Syndrome following 12-Week Nut Consumption,Sara Tulipani, Rafael Llorach, Olga Jáuregui, Patricia López-Uriarte, Mar Garcia-Aloy, Mònica Bullo, Jordi Salas-Salvadó, and Cristina Andrés-LacuevaJournal of Proteome Research 2011 10 (11), 5047-5058

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